¡Bienvenidos de nuevo!
En esta ocasión vamos a hablar sobre una de las actividades más importantes a la hora de disfrutar de una buena botella de vino: la cata. Para hacer una cata de vinos de forma adecuada, es necesario seguir tres pasos fundamentales: la vista, el olfato y el gusto.
La vista: El primer paso es observar el vino en la copa. Inclina la copa hacia los lados para observar el color, el tono y la intensidad. Un vino joven tendrá un color más brillante y tonos más claros, mientras que un vino envejecido tendrá un color más oscuro. La intensidad del color también puede indicar la concentración del vino.
El olfato: El segundo paso es oler el vino. Mueve la copa hacia lo alto, introduce tu nariz en la copa e inhala profundamente. De esta forma, podrás identificar los distintos aromas que el vino puede tener. A medida que el vino se airea, los aromas se vuelven más evidentes.
El gusto: El tercer paso es probar el vino. Degusta un sorbo del vino y haz gárgaras con la garganta para que el vino llegue a todos los rincones de la boca. En este paso, se puede identificar la acidez, la dulzura, la amargura y el cuerpo del vino. Debes prestar atención a la textura del vino, si es suave o rugoso, y si el sabor se prolonga después de haber tragado.
En resumen, para hacer una cata de vino es necesario prestar atención a la vista, el olfato y el gusto. Si se siguen estos tres pasos, se podrá apreciar el vino de una forma más completa y se identificarán los distintos componentes que hacen que cada botella de vino sea única.
Puedes empezar tu primera cata probando alguno de nuestros vinos más selectos haciendo clic aquí.
¡Salud!